martes, 19 de junio de 2012

Los 6 pecados capitales de negocios y finanzas:





1. Lujuria y Gula.

La lujuria, como deseo carnal, puede poner a un empresario contra las cuerdas. Aunque en el cine nos muestren lo contrario, lo cierto es que los grandes empresarios suelen tener una vida muy ordenada, de hecho, se hicieron grandes empresarios porque no se dejaban llevar por este tipo de instintos. La lujuria puede hacer que una persona mantenga relaciones con un empleado/a aún estando casado/a. Mezclar placer en el trabajo no suele acabar bien. Además, te puede costar un divorcio, y un divorcio se lleva parte de tu capital.

La lujuria también abre la puerta al crédito desproporcionado y sin ningún tipo de control.

La Gula, en el sentido bíblico, sería el placer por la comida y bebida. En las finanzas y negocios, estaría asociada al consumo desproporcionado por el placer de cualquier servicio, producto o materia que ponga en riesgo nuestras finanzas o las cuentas de la empresa.

2. Avaricia.

La ambición es buena, pues el antónimo de la ambición sería el conformismo (cuyo sinónimo es la pereza). En cambio, la avaricia acaba por destruir a una persona y, cómo no, a una empresa. En los negocios se suele cometer este pecado cuando queremos obtener el beneficio que nos corresponde y el que no nos corresponde también. La avaricia nos hace intentar sacar el máximo beneficio posible engordando el margen de ganancia al máximo y pagando lo menos posible a los trabajadores, lo que hace que finalmente tengamos unos clientes que buscan otro proveedor y unos trabajadores que no están contentos con su situación en la empresa.

La avaricia llega incluso a nuestro comportamiento con la competencia, al querer comerle un terreno que no necesitamos ni estamos preparados para abastecer, lo que nos hace entrar en una batalla con pocas posibilidades de ganar. Sé que hay una línea muy fina entre ambición y avaricia, aunque estoy seguro de que llegado el momento sabrás reconocerla.

3. Ira.

Nunca se debe tomar una decisión basándose en la Ira, pues corremos el riesgo de equivocarnos. Muchas son las personas que en la empresa han dicho lo que no querían decir y hecho lo que no tenían pensado hacer, incluso provocando la salida de una figura clave en la empresa o generando un ambiente "cortante".

Antes de tomar una decisión en este estado, retírate, relájate, piensa y una vez que estés calmado y hayas pensado los "pros y contras", haz lo que debas hacer.

4. Soberbia.

La soberbia... ese error que nos hace decir "yo se más que todos y nadie puede enseñarme nada", es lo que hace que nunca aprendamos nada. En los negocios, este pecado capital hace que no escuchemos a asesores, expertos o los propios trabajadores. En el tema de las finanzas personales, la soberbia hace que el haber leído varios diarios económicos y el compartir artículos de finanzas en las redes sociales nos convierta en expertos de las finanzas, y por tanto tomemos decisiones financieras en base a nuestro alto "falso conocimiento".

5. Pereza.

Se suele decir que a una persona perezosa, la pobreza no tarda en alcanzarla. "Sé lo que tengo que hacer para mejorar mi empresa, pero ya lo haré la semana que viene", dijo el perezoso por décima vez en 2 años. Rara vez una persona perezosa consigue algo, pues las oportunidades están para todos, pero hay que esforzarse por alcanzarlas.

6. Envidia.

Solía decirme un anciano que las personas envidiosas jamás llegan a ser felices, pues siempre habrá alguien que tenga algo que tú no tienes. En finanzas, la envidia hace que queramos tener lo mismo que nuestro vecino, aunque no nos lo podamos permitir y lo hagamos a base de crédito.

En los negocios, la envidia hace que estemos más pendientes de los negocios de la competencia que de nuestra propia empresa.

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