miércoles, 20 de junio de 2012

Educación Financiera en su estado puro. Aprendiendo de niños de 12 años.


En la persecución de la libertad financiera, muchas son las personas que se sienten defraudadas al no encontrar unos pasos concretos. Es como si muchos esperaran una especie de frase mágica o que se les diga un lugar al que deben ir para encontrar lo que están buscando. No es así, y de hecho, si alguna vez has leído algún libro sobre educación financiera, te habrás dado cuenta de que esos pasos no existen, aunque sí que habrás encontrado un lenguaje ambiguo que debes interpretar.

Las únicas formas de conseguir esa ansiada libertad financiera son a través de negocios, invirtiendo o empleando ambos sistemas. Hoy nos vamos a lo más básico.

Toda ganancia se produce, básicamente comprando a un precio más barato de cómo se vende. Vaya!!, estoy seguro de que esto ya lo sabíais todos. Ese es el principio fundamental de los negocios e inversiones. Comprar un producto a 3 y venderlo a 4 ó 5. Comprar al por mayor y vender al por menor. Del mismo modo, comprar componentes por separado y al por mayor para unirlos en un único producto incrementándole el precio de mano de obra y margen de ganancia para venderlo al por menor o al por mayor. Esa es la esencia de un negocio. Después ya sería cuestión de estudiar la forma y "trucos" que existen para que nuestro negocio pueda tener un activo circulante continuo o aprovechar el dinero que realmente no es nuestro (pertenece a los proveedores) pero se encuentra estancado en nuestros libros contables durante algunos meses.

Los beneficios del negocio se reinvierten en el negocio para aumentar la producción, o bien, se invierten en otro tipo de producto, como podría ser cualquier vehículo de inversión. Repito, esto lo sabemos todos. El caso es que hoy nos van a dar una lección unos cuantos niños de 12 años.

Nos vamos a Estados Unidos.

En España, si tu hijo te dice que quiere una bicicleta, siendo tú un padre con apuros económicos, probablemente desempleado o ahogado por las deudas, pero buen padre, ya buscarás la forma de que tu hijo tenga la bicicleta, aunque tengas que endeudarte algo más, es decir, aunque no puedas pagarla. No quieres que tu hijo sea un infeliz o que piense que su padre no puede comprarle una bicicleta.

En Estados Unidos, hay algunos padres que podrían comprar 5 multinacionales de bicicletas. Cuando su hijo le dice que quiere una bicicleta, ¿qué hace este millonario padre?. No le compra la bicicleta, pero le enseña a su hijo a ganársela, y de paso lo educa financieramente. Ese niño, probablemente maldiga a su padre durante su infancia, pero cuando llegue a cierta edad, recordará que gran parte de su educación y éxito, se lo debe a su padre al enseñarle desde pequeño a ganarse sus caprichos y emplear la cabeza para concederse esos pequeños lujos.

Proyecto de negocio para alumnos de 12 años.

En un colegio de Estados Unidos tenían pensado hacer un viaje. Cada alumno debía poner 200 dólares con la condición de que el dinero fuera ganado por el propio alumno a través de su trabajo. La forma más rápida de conseguir dinero para un niño, y de hecho, muy habitual, es montar pequeños puestos de limonada en la calle. Compran los ingredientes necesarios, piden una mesa portátil a su familia, y listo, a fabricar limonada y a venderla.

Mostramos los tres casos más llamativos de estos chicos.

Alumno 1.

Montó el puesto de limonada en su propio barrio, pues allí lo conocían y sabía que no le sería difícil venderle a sus propios vecinos, aunque fuera por compromiso. Dedicaba 1 hora diaria al medio día, 4 horas los sábados por la mañana y 4 horas los domingos. Vendía la limonada a 1 dólar, por lo que en 1 mes y medio consiguió ganar 240 dólares.

Alumno 2.

Este fue más listo, pues se fue a la capital, donde el tráfico de personas es mucho más denso, por lo que al mismo precio por la limonada consiguió reunir los 200 dólares en unos 20 días.

Alumno 3.

Llamó a dos amigos suyos para hacer limonada en gran cantidad, llamó a su hermana de 16 años y le pidió que llamará a dos amigas suyas también. Montó un puesto de limonada una tarde de domingo en la misma puerta de un estadio de fútbol una hora antes del partido y permaneció hasta una hora después de la finalización. En el puesto había 6 personas atendiendo y no daban a basto. El precio de la limonada era de 1,50 dólares. Parte de los beneficios los usó para pagar a sus amigos, hermana y amigas de la hermana. El beneficio total después de pagar fue de 3,500 dólares, por lo que vendieron más de 4,000 vasos de limonada.

¿Qué nos enseñan estos niños en los negocios?

Cada uno de ellos nos enseña algo que necesitaremos para los negocios. 

El alumno 1 nos enseña que la constancia y paciencia da sus resultados a la hora de obtener un beneficio en un negocio.

El alumno 2 nos enseña que la situación estratégica del negocio es importante, pues obtendremos más beneficios en menor tiempo.

El alumno 3 nos enseña que el trabajo duro está bien, pero trabajar con cabeza está mucho mejor. Tener definida claramente una estrategia ya es una ventaja, y desde luego, como bien decía Donald Trump, ya que pensamos en un negocio, pensemos a lo grande.

Y así es como comienza la educación financiera, haciendo el primer capital con la mentalidad de un emprendedor. Si trasladamos el trabajo de colegio al mundo real de los adultos, encontraríamos exactamente lo mismo, y es emprendedores que permanecen en un negocio para ganar poco dinero y otros que adquieren buenas posiciones pero no las aprovechan. Luego estaría el modelo de emprendedor a seguir, el cual sería esa persona que exprime su cabeza para conseguir ganar un mayor capital en un tiempo menor, por lo que le da tiempo para pensar en otros modelos de negocio y a reinvertir el beneficio, bien sea en otras oportunidades de negocio o en otros vehículos de inversión.

¿Estarías dispuesto a enseñarle esta lección a tu hijo?, ¿sería viable esta forma de aprendizaje en España para nuestros hijos?, eso ya sería otro tema a parte.

1 comentario:

  1. Buena reflexión, para los que tenemos hijos. Pero ¡ojo! porque como todo en la vida, una empresa es algo mucho más que una buena idea. Una buena idea llevada a feliz término es una lotería, una empresa basada en una buena idea y magistralmente gestionada es el bienestar de tu familia, el progreso de tu pueblo y el futuro de una nación.

    Saludos.

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