1. Cambio de "tuerca".
Céntrate tanto en el "por qué" de tus objetivos como en el
"cómo".
Es muy importante el marcarse una meta financiera u
objetivo, pero suele ocurrir que cuando surge un percance temporal, es como si sufriéramos
una recaída. Julia Belyavsky, profesora de la Universidad
de Delaware considera mucho más importante centrarse en la motivación
personal para alcanzar el objetivo que en la "estrategia", pues la
motivación es más difícil de olvidar y, en cambio, la estrategia puede que la
tengamos que cambiar ante circunstancias imprevistas. Estoy de acuerdo con su
planteamiento, pero la motivación, al igual que la pasión, sin una estrategia
definida, no nos conduce a ningún sitio.
Por tanto, recuerda por qué quieres llegar a esa
meta concreta, pero... elabora una estrategia. Si surge alguna
"avería" en tu plan, sustituye la pieza y continúa con la nueva
estrategia (y motivación).
2. Planifica tu limpieza de deudas.
Está claro que si tenemos que pagar más de lo que
ingresamos, es evidente que no nos quede nada para ahorrar, y quizás, una
persona pueda sentirse desmotivada para intentarlo al considerar que lleva 3
años metido en una mala racha.
El otro día escuchaba hablar a un asesor financiero
de Nueva Orleans, el cual contaba que se vio metido en lo que Robert Kiyosaki llamaba
la "carrera de ratas", pues al salir de la Universidad se endeudó
bastante. Cuando ya no podía más, tuvo que llevar las tarjetas de crédito al
límite. En aquel momento lo vio todo perdido, aunque una vez recapacitó, lo vio
todo con claridad y comenzó una dura estrategia de limpieza de deudas. Se
introdujo en lo que denominamos la cárcel financiera durante
unos años. Finalmente alcanzó sus metas financieras y hoy día asesora
financieramente a sus clientes, pues es el vivo retrato de que se puede salir
de deudas. Es cuestión de elaborar estrategias.
3. Vive por debajo de tus
posibilidades.
Ayer leía que en Estados Unidos hay directivos
quejándose de que ganando 250,000 dólares/anuales, tienen dificultades para
llegar a fin de mes, ya que argumentan que pagan muchos impuestos. En cambio,
en la misma ciudad hay miles de personas cobrando 40,000 dólares anuales y
consiguen ahorrar. ¿Cómo se consigue ahorrar?. Muy sencillo: Vive por debajo de
tus posibilidades, no adquieras lujos innecesarios aunque en un momento dado te
los puedas permitir. Evita el crédito. Si no tienes dinero para comprar algo,
antes de usar la tarjeta de crédito piensa si es necesario comprarlo.
Recuerda el dicho: "Las apariencias cuestan un
dinero que podemos emplear, no para aparentar riqueza, sino para
poseerla". Es mentalidad. Seguramente muchos de vosotros cuando veis a
alguien con un vehículo de 40,000€ pensaréis en la suerte que tiene esa
persona. Yo no puedo evitar pensar en la deuda que ha contraído más en las
cargas "extra" que le supone el vehículo (y más cuando sabes lo que
gana la persona).
4. Para casados o futuros
matrimonios: Planifica las finanzas con tu pareja.
Sé que hablar de dinero con tu pareja no es tan
romántico como hablar de amor eterno, pero la experiencia y estadísticas me
dicen que el amor, en un porcentaje muy alto, se suele escapar por la ventana
cuando la pobreza entra por la puerta (lo leí en algún sitio). No estoy
hablando de separación de bienes, pues doy por hecho que hoy día es una
necesidad el hacerlo (si aprecias tu patrimonio existente, claro). Hablo de un
plan conjunto para que psicológicamente ayude al matrimonio a gastar menos.
Está comprobado que cuando dos personas tienen
cuentas separadas, siendo como es evidente, menor el ahorro individual que en
una cuenta conjunta, suele doler algo más el adquirir un producto innecesario o
el buscar otro más económico, como puede suceder a la hora de contratar un
viaje, un nuevo vehículo, etc...
De paso, cada miembro de la pareja se encargaría
del 50% de los gastos comunes. Cada mes se podría ir introduciendo en una
cuenta de ahorro remunerada o cualquier vehículo de inversión una cantidad que
el matrimonio estipule. Y vuelvo a recordar la importancia de no adquirir
deudas a crédito para caprichos, pues después de la disolución del matrimonio,
además del dolor "amoroso" ambos deben llegar a un acuerdo para
continuar pagando algo que uno de los dos ya no usa :)
5. Cambia de banco o negocia con el
banco.
Para sanear nuestras finanzas debemos comenzar a
recibir dinero por nuestro dinero y no a pagar por tenerlo. Si dedicáramos el
mismo tiempo a comparar las condiciones de los bancos como el que dedicamos a
elegir unos zapatos o traje, mejor irían nuestras finanzas.
Hay diferencias abismales en las comisiones que se
pagan de unos bancos a otros. Claro que hoy día, la banca online es la que más
ventaja tiene para competir en condiciones. Si pagas por tu dinero, deja de
pagar por él.
Si inviertes en bolsa y pagas un porcentaje por
"Custodia" hagas o no hagas operaciones, cambia de broker (banco).
Recuerdo que cuando era joven no me importaba ver esos pequeños gastos en el
extracto: 0,35 por correspondencia, 2 por mantenimiento, etc.. hoy día hablo
muy claro cuando se trata de banca.
Si me vas a cobrar por enviarme una carta, llámame
por teléfono y no me escribas. Y si me vas a cobrar por mantenerme mi dinero,
tendré que buscar a alguien que me pague por entregarle el dinero.
Recuerda: Si cuidas los pequeños gastos mensuales,
evitas un gran derroche anual.
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